El barril Western Texas Intermediate (WTI) aumentó casi un 3% este jueves, impulsado por nuevas proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE) que prevé una mayor demanda para lo que resta del año. A la baja, continúan pesando los miedos de una recesión global.
Al momento de escribir, el WTI opera en la zona de $94 el barril, registrando su cuarto avance en los últimos cinco días de operación.
Por el lado de la demanda, mientras que los aumentos de los precios del gas natural llevan a los consumidores y a ciertos países a cambiarse al petróleo, la AIE detalló en su reporte mensual que aumentó la proyección de demanda para 2022 en unos 380.000 barriles por día. Por otra parte, la renovada debilidad del dólar tracciona al precio del petróleo.
Sin embargo, los mercados permanecen cautelosos ya que la OPEC, en contraste, redujo sus proyecciones de demanda este jueves. Relacionado a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, la crisis inflacionaria y los esfuerzos para contener la pandemia, esperan que para el resto del 2022 la demanda aumente 3.1 millones de barriles por día, 260.000 menos que sus proyecciones previas.
De acuerdo a los indicadores del gráfico diario, la perspectiva técnica de corto plazo para el WTI ha mejorado ligeramente pero permanece bajista. El precio opera por debajo de sus principales medias móviles y el promedio de 20 días se encuentra a punto de realizar un cruce bajista con el de 200 días.
El RSI ganó hoy una ligera pendiente positiva pero permanece en territorio negativo, mientras que el MACD imprimió una nueva barra verde, indicando una dominancia de los compradores por los vendedores.
Al alza, la zona de $95.00, donde convergen las medias móviles de 20 y 200 días, es la primer resistencia a superar. Un quiebre por encima de ese nivel podría abrirse camino hacia la zona de $100.00.
En sentido contrario, el área de los $90.00 se ofrece como soporte inmediato, seguido por el mínimo de ayer de $87.67 y el mínimo de ciclo del 5 de agosto de $87.03.