Los barriles de Western Texas Intermediate (WTI) y Brent operan al alza en la apertura semanal ante expectativas de una disminución de la producción de crudo por parte de los países exportadores.
Al momento de escribir, el WTI opera en la zona de $96.90, registrando una ganancia del 4,29%, mientras que el barril de Brent en la zona de $104.80, un 4,07% por encima de su precio de apertura.
Por el lado de la oferta, Arabia Saudita advirtió un posible anuncio de un recorte de la producción de petróleo y el ministro de energía saudi Abdulaziz bin Salman afirmó el último viernes que sería apuntado a controlar la “volatilidad del mercado” ya que los barriles cayeron cerca de $25 desde junio. Muchos analistas afirman también que la medida estaría dirigida a ser un mensaje para Estados Unidos en vistas a un posible acuerdo con Irán el cual permita comercializar el petróleo iraní en los mercados globales.
Por el lado de la demanda, los miedos de una recesión global y la fortaleza del dólar actúan como viento en contra para el petróleo. Después de que Jerome Powell haya dado a entender el último viernes en el simposio de Jackson Hole que la tarea de la Fed no está terminada en términos monetarios, los mercados esperan que la economía americana caiga en recesión el año que viene. En ese sentido, mayores tasas de interés y una desaceleración de la demanda del mayor consumidor del mundo podrían seguir presionando al precio del oro negro a la baja.
De acuerdo al gráfico diario, la perspectiva técnica para el WTI se observa alcista para el corto plazo, con los indicadores señalando un creciente momentum de los compradores, mientras que el precio ha quebrado sobre la media de 200 días.
Al alza, la zona de $100 es la resistencia clave de corto plazo, seguida por la media de 100 días en $103.90. A la baja, el promedio móvil de 20 días en la zona de $91.00 se ofrece como un soporte sólido, que de perderse, expondrá la zona de $90 y el mínimo del 16 de agosto en $85.74.