Ripple ha sido una de las criptomonedas más criticadas desde su salida al mercado por su dudosa descentralización. El equipo de Ripple ha intentado separar la criptomoneda de la plataforma, afirmando incluso que si la plataforma no sigue adelante la criptomoneda continuaría funcionando. Sin embargo, la polémica sigue sobrevolando sobre Ripple.
Hoy vamos a analizar técnicamente su situación ya que se encuentra en un punto muy importante de cara a las próximas semanas. Habitualmente, Ripple es una criptomoneda que se mueve con retraso, es decir, replica el movimiento del mercado pero más tarde de lo normal. Esto lo podemos ver claramente en el precio, que se ha mantenido muy lateral mientras que otras criptomonedas están subiendo bastante rápido.
En primer lugar tenemos que hablar sobre la zona verde que está muy próxima al precio. Es uno de los mayores soportes de Ripple, y, de hecho, en lo que va de 2018 no se ha roto a la baja. Esta zona va desde los 7.250 satoshis hasta los 6.950 satoshis de forma aproximada. A comienzos de este mes, Ripple entro ligeramente en ella y rebotó violentamente, lo que nos indica que sigue siendo un gran soporte.
Tras estudiar esta zona debemos prestar atención a la línea de tendencia bajista que, al igual que muchas otras criptomonedas, ha trazado desde mayo. La resistencia que ofrece es muy grande ya que además coincide con la línea Kijun de la Nube de Ichimoku.
Como habréis leído en el título, Ripple está en un punto crítico y es que está llegando al final del espacio delimitado por el soporte y esta línea de tendencia. Es precisamente en estas zonas en las que ocurren los movimientos violentos, y dado el comportamiento histórico de Ripple y la reacción del mercado en los últimos días, es posible que veamos una rotura al alza.
Recordamos que la información aquí expuesta tiene carácter informativo exclusivamente, y en ningún momento constituye un consejo de inversión.
Hoy vamos a analizar técnicamente su situación ya que se encuentra en un punto muy importante de cara a las próximas semanas. Habitualmente, Ripple es una criptomoneda que se mueve con retraso, es decir, replica el movimiento del mercado pero más tarde de lo normal. Esto lo podemos ver claramente en el precio, que se ha mantenido muy lateral mientras que otras criptomonedas están subiendo bastante rápido.
En primer lugar tenemos que hablar sobre la zona verde que está muy próxima al precio. Es uno de los mayores soportes de Ripple, y, de hecho, en lo que va de 2018 no se ha roto a la baja. Esta zona va desde los 7.250 satoshis hasta los 6.950 satoshis de forma aproximada. A comienzos de este mes, Ripple entro ligeramente en ella y rebotó violentamente, lo que nos indica que sigue siendo un gran soporte.
Tras estudiar esta zona debemos prestar atención a la línea de tendencia bajista que, al igual que muchas otras criptomonedas, ha trazado desde mayo. La resistencia que ofrece es muy grande ya que además coincide con la línea Kijun de la Nube de Ichimoku.
Como habréis leído en el título, Ripple está en un punto crítico y es que está llegando al final del espacio delimitado por el soporte y esta línea de tendencia. Es precisamente en estas zonas en las que ocurren los movimientos violentos, y dado el comportamiento histórico de Ripple y la reacción del mercado en los últimos días, es posible que veamos una rotura al alza.
Recordamos que la información aquí expuesta tiene carácter informativo exclusivamente, y en ningún momento constituye un consejo de inversión.
