Esta semana, además de lo ocurrido en las Bolsas, centramos la atención en lo que sucede con los Bonos y porque debería preocuparno. Respondemos a tres preguntas clave: ¿Podemos obtener rentabilidad en un periodo bajista?, ¿Comprar con las caídas? y ¿Qué nos depara la estacionalidad en Febrero?
(Los gráficos a los que se hace referencia los puedes ver en nuestra web en la sección de Análisis)
A medida que las Bolsas van dejando terreno atrás desde el inicio del 2022, lo reflejado en nuestra Hoja de Ruta parece, por desgracia, estar cumpliendose. A dia de hoy, la posiblidad de renovar máximos históricos se percibe como muy lejana, a la vez que el hecho de consolidar un amplio lateral se plasma como la mejor opción para los alcistas.
En el peor de los casos, una fuerte y violenta corrección, lo cual para nada podemos descartar a pesar de que el escenario todavía no se ha activado. Argumentos para la finalización de la corrección y la formación de un suelo los hay, de igual manera que también los bajistas tienen los suyos propios. Ucrania, Bonos, subidas de tipos… todo ello podría ser un motivo para un nuevo y fuerte impulso bajista de corto plazo.
Un ataque bajista a las Bolsas más importante de lo que parece
Lo que realmente está en juego para las Bolsas es sumamente importante. Hasta la fecha, la tendencia primaria nunca se ha cuestionado tanto como ahora se los bajistas lo están haciendo. Perder los soportes que comentabamos en las últimas semanas y en especial la semana pasada, haría que realmente nos plantearamos si estamos entrando o no en una fase final de tendencia.
Sin embargo, basandos en hechos contrastados. Nada ha ocurrido más allá de un incremento del pánico, por decirlo de alguna manera. Por ejemplo, el SP500 sigue sin perder los 4254 puntos y el DAX tampoco ha hecho lo propio con los 14.800 puntos.
Aunque es cierto que el hecho de perder los 4435,84 puntos es un primer punto de inflexión negativo, es algo con lo que contábamos. El SP500 ha llegado a sus medias de 150 y 200 semanas y los bajistas simplemente le han devuelto el golpe.
Asi pues, más allá de los problemas con la subida de los Bonos, la inversión de la Curva de Tipos y el continuo desgaste de la Amplitud de Mercado… ninguna novedad más… ¡aunque, desde luego, esto no es poca cosa!
Lo de los bonos es realmente preocupante. Fijense en el gráfico que adjuntamos a continuación donde se ve el diferencial del bono a 10 años vs bonos 2 años en USA. Vean que vada vez que este diferencial toca o traspasa 0 coincide con todas las recesiones y crisis en las Bolsas.
¿Qué es lo que podemos hacer?
La mayor parte del tiempo, lo mejor que se puede hacer, es no hacer nada. Especialmente en periodos elevada volatilidad como es el actual. Podemos mantener con cierta tranquilidad la exposición al sector energético, bancario y asegurador… y poco más.
¿Conocen a Stan Weinstein? El conocido analista escribió un libro en el que, entre otras cosas y de forma muy resumida, planteba el ciclo en forma de etapas que las acciones solían llevar a cabo.
En pocas palabras, Stan Weinstein recomienda comprar en la Etapa 1 y vender al finalizar la etapa 3 cuando la acción, indice… etc pierde su media de 30 semanas. Pues bien, en el momento actual, el 75% de los valores del Nasdaq están en etapa 3 o 4. Las cosas para la tecnología pintan muy mal.
¿Es posible obtener rentabilidad en un periodo bajista?
Si, pero es extremadamente dificil. En el gráfico que adjuntamos vemos la evolución del SP500. En cada caída fuerte del Mercado, se ve reflejado el número de valores que han acabado ese periodo correctivo en positivo. Vemos como en el mejor de los casos, el número no pasa de 100.. y en el peor, únicamente 10 valores con retornos positivos.
¿Comprar con las caídas o no comprar?
La respuesta es sí, comprar, pero con matices. Primero les explico por qué y después el qué. Cojamos 3 antecedentes, lo más reciente.
En el año 2008, el SP500 sufrió un drawdown de un -48,8%. Esto fue algo no visto desde 1931 con la Gran Depresión. No haber vendido y haber aguantado hubiera tenido su recompensa, porque desde el final de la corrección el SP500 subió más de un +300% con una subida media anual del 15%.
Desde los minimos del 2009 hasta febrero del 2022, el SP500 soportó dos caídas superiores al 20%, ocho caídas superiores al 10% y 15 caídas entre el 5% y el 10%. A pesar de todo la rentabilidad final fue altísima.
Recientemente, en 2020 con la crisis del coronavirus, el Mercado aguantó una fuerte caída y desde entonces el SP500 se ha disparado completamente.
Con todo esto sobre la mesa, lo más lógico es vender, siempre que se pueda, en la parte más alta del ciclo. O, dicho de otra manera, en la parte más alta donde los indicadores de largo plazo nos permitan vender. Sabemos que es practicamente imposible vender en la parte más alta, pero existen herramientas que nos pueden ayudar a evitar una catastrofe en nuestra cartera.
Comprar en el mismo suelo tampoco es fácil, pero si es posible hacerlo una vez se han confirmado ciertas estructuras de vuelta y cuando estos mismos indicadores que manejamos nos dan el OK.
¿Qué nos dice la estadística sobre Febrero?
Si nos centramos en los últimos 20 años, ni tan solo la estacionalidad juega a favor de un movimiento alcista de las Bolsas. Febrero es de lo peor del añ junto con enero, junio y septiembre.
Aunque, si nos centramos en los últimos 10 años, febrero es de los mejores meses junto con noviembre, abril y julio. En el siguiente gráfico pueden verlo de manera más clara y representativa.
Si nos fijamos en la estacionalidad dentro del mismo mes de febrero, vemos como estamos entrando en la peor parte del mes. Muy pocas sesiones historicamente se han cerrado en verde a partir del 17 de febrero hasta final de mes. Esto por si solo no es ninguna referencia a la hora de tomar decisiones, pero es algo curioso y que podemos incluirlo en nuestro engranaje a la hora de analizar.
Para acabar con un buen sabor de boca, comentar una buena noticia. De las 172 compañías del SP500 que han publicado resultados trimestrales, el 81% ha cumplido o superado expectativas. Los beneficios se han situado un 5% de lo esperado. Esto es, en términos generales, una buena noticia para los alcistas.