El BCE ha anunciado en su último informe de política monetaria que pone fin a las compras de deuda y ha anunciado una subida de tipos de 25 puntos básicos en su próxima reunión de julio. Prevén que este año la inflación se sitúe en el 6,8% y ya han anticipado otro incremento de tasas en septiembre. Se trata de la primera subida de tipos en 11 años, un acontecimiento que claramente generará una elevada volatilidad en los gráficos. El Consejo de Gobierno, además, ha asegurado que la inflación volverá al objetivo del 2% en el medio plazo.
Las nuevas previsiones del BCE apuntan que la inflación en la zona euro será mayor que la prevista el pasado mes de marzo. Para este año, auguran un IPC medio del 6,8%, que bajará al 3,5% en 2023 y al 2,1% en 2024. Lagarde anunció que la reunión de julio adoptará la primera subida de tipos de interés, de 0,25%, y que será un primer paso en un camino cuyo final aún no se ha discutido. Los economistas del Eurobanco creen que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro crecerá el 2,8% en 2022 (0,9 puntos menos que en marzo), el 2,1% en 2023 (0,7 puntos menos) y el 2,1% en 2024 (medio punto más).
Ese recorte de las previsiones se debe, según Lagarde, a los altos costes de la energía, el deterioro del comercio, la mayor incertidumbre y el impacto de la inflación en los ingresos. La guerra en Ucrania y las nuevas restricciones en China han acabado por atraer más nubarrones. Sin embargo, la reapertura de los sectores más afectados por la pandemia y el ahorro acumulado durante la pandemia actúan como colchón.
Las nuevas previsiones del BCE apuntan que la inflación en la zona euro será mayor que la prevista el pasado mes de marzo. Para este año, auguran un IPC medio del 6,8%, que bajará al 3,5% en 2023 y al 2,1% en 2024. Lagarde anunció que la reunión de julio adoptará la primera subida de tipos de interés, de 0,25%, y que será un primer paso en un camino cuyo final aún no se ha discutido. Los economistas del Eurobanco creen que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro crecerá el 2,8% en 2022 (0,9 puntos menos que en marzo), el 2,1% en 2023 (0,7 puntos menos) y el 2,1% en 2024 (medio punto más).
Ese recorte de las previsiones se debe, según Lagarde, a los altos costes de la energía, el deterioro del comercio, la mayor incertidumbre y el impacto de la inflación en los ingresos. La guerra en Ucrania y las nuevas restricciones en China han acabado por atraer más nubarrones. Sin embargo, la reapertura de los sectores más afectados por la pandemia y el ahorro acumulado durante la pandemia actúan como colchón.
