¿Sobrevivirán los fotones en la carrera cuántica?Quantum Computing Inc. (QCi) se posiciona como líder en computación cuántica fotónica, ofreciendo sistemas que operan a temperatura ambiente y con bajos costos energéticos, en contraste con competidores que requieren enfriamiento criogénico costoso. Sin embargo, esta ventaja aparente oculta limitaciones tecnológicas fundamentales que amenazan la viabilidad a largo plazo de la empresa. El problema central es la falta de interacción natural de los fotones, lo que exige soluciones sofisticadas para crear compuertas de dos cúbits esenciales para la computación cuántica. Mientras QCi apuesta solo por la fotónica, la industria avanza hacia sistemas híbridos que combinan múltiples tipos de cúbits; empresas como Photonic Inc. usan cúbits de espín electrónicos para cálculos y fotones para comunicación.
Avances científicos recientes debilitan aún más la posición estratégica de QCi. El descubrimiento de materiales altermagnéticos en julio de 2025 por investigadores de la Universidad de Tohoku validó nuevas vías para sistemas cuánticos basados en electrones, reforzando los enfoques de competidores y destacando las limitaciones de las soluciones puramente fotónicas. Además, la tecnología cuánticamente segura de QCi enfrenta obstáculos estratégicos debido a las políticas de ciberseguridad de EE. UU., que exigen la transición a criptografía poscuántica clásica (PQC) en lugar de soluciones de seguridad cuántica, devaluando la tecnología de QCi en segmentos clave del mercado.
Las vulnerabilidades financieras y legales de la empresa agravan estos desafíos. A pesar de una capitalización bursátil de 2.520 millones de dólares —un aumento del 4435% en un año—, QCi reportó una pérdida neta de 36,48 millones de dólares en su último trimestre y cotiza a un elevado ratio Precio/Ventas de 7169. La compañía enfrenta una demanda por presunto fraude de valores relacionada con tergiversaciones de contratos con la NASA y capacidades de fabricación. Con solo 7–17 patentes activas frente a las más de 1000 de IonQ, y un gasto en I+D muy por debajo del promedio de la industria, QCi está mal preparada para la carrera de computación cuántica, intensiva en capital.
Los desafíos tecnológicos, estratégicos, financieros y legales de QCi configuran un escenario convincente para su declive. Su compromiso con un enfoque puramente fotónico parece cada vez más aislado, mientras la industria se orienta hacia sistemas híbridos más robustos, y su valoración especulativa permanece desconectada del desempeño empresarial y su posicionamiento competitivo.