Participaciones en derivados
En la gestión de carteras, los derivados, que son instrumentos financieros vinculados a activos como acciones o materias primas, se clasifican como tenidos o no tenidos.
Las carteras que tienen derivados participan en la gestión del riesgo y la diversidad del mercado, apalancando estos instrumentos como coberturas frente a las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, esta opción introduce una mayor complejidad y un mayor riesgo debido a la naturaleza apalancada de los derivados.
Por otro lado, las carteras que no mantienen derivados buscan un enfoque de inversión más sencillo. Al evitar los derivados, eluden los riesgos y complejidades adicionales, a menudo adhiriéndose a mandatos de inversión específicos o a restricciones normativas que restringen el uso de tales instrumentos financieros.