¿La sombra de Vietnam sobre el logo de Nike?La reciente caída en las acciones de Nike pone de manifiesto el delicado equilibrio de las cadenas de suministro globales en una era de tensiones comerciales. El artículo revela una correlación directa entre los aranceles propuestos por Estados Unidos sobre las importaciones asiáticas —especialmente desde Vietnam, el principal centro de fabricación de Nike— y una disminución significativa en el valor de las acciones de la empresa. Esta reacción inmediata del mercado subraya los riesgos financieros asociados con la profunda dependencia de Nike de su extensa red de fábricas en Vietnam, que produce una parte sustancial de su calzado, ropa y equipamiento.
A pesar de sus ingresos sólidos, Nike opera con márgenes de beneficio relativamente bajos, lo que le deja poca capacidad para absorber los aumentos de costos derivados de los aranceles. La naturaleza competitiva de la industria del vestuario deportivo limita aún más la capacidad de Nike para trasladar estos costos a los consumidores mediante aumentos significativos de precios sin arriesgar una reducción en la demanda. Los analistas sugieren que solo una fracción de la carga arancelaria podría ser trasladada, lo que obligaría a Nike a explorar estrategias de mitigación alternativas, posiblemente menos atractivas, como reducir la calidad del producto o extender los ciclos de diseño.
En última instancia, el artículo destaca los importantes desafíos que enfrenta Nike para navegar en el panorama comercial actual. Aunque históricamente ha sido rentable, su fuerte presencia manufacturera en Vietnam representa ahora una vulnerabilidad significativa. Reubicar la producción a otros lugares —especialmente de regreso a Estados Unidos— resulta complejo y costoso debido a la naturaleza especializada de la fabricación de calzado y la falta de infraestructura doméstica. La salud financiera futura de esta gigante del vestuario deportivo dependerá de su capacidad para adaptarse a estas presiones geopolíticas y económicas cambiantes.
