Rigetti: ¿Espejismo o futura frontera cuántica?Rigetti Computing, una empresa pionera en computación cuántica, ha atraído recientemente la atención del mercado con un aumento del 41% en el valor de sus acciones. Este salto se produjo tras un importante avance tecnológico: alcanzar una fidelidad media del 99,5% en puertas de dos cúbits en su sistema modular de 36 cúbits. Esto representa una reducción de más del doble en las tasas de error respecto a marcas anteriores, un paso crucial hacia aplicaciones cuánticas prácticas. Los cúbits superconductores de Rigetti ofrecen velocidades de operación más de 1.000 veces superiores a tecnologías competidoras como las trampas de iones, aprovechando técnicas de la industria de semiconductores para escalar. La empresa planea lanzar su sistema de 36 cúbits a mediados de 2025 y alcanzar más de 100 cúbits antes de fin de año, trazando un ambicioso camino tecnológico.
Más allá de los avances técnicos, las asociaciones estratégicas y los contratos gubernamentales fortalecen la posición de Rigetti. Un acuerdo de fabricación por 100 millones de dólares y una inversión de capital de 35 millones de dólares por parte del gigante Quanta validan su arquitectura modular. El respaldo gubernamental también garantiza ingresos estables, incluyendo una subvención de DARPA de 1 millón de dólares para desarrollar "computación cuántica útil" y un contrato de 5,48 millones de dólares del consorcio de la Fuerza Aérea para fabricación avanzada de chips. Además, la empresa ha obtenido tres premios Innovate UK para tecnología de corrección de errores cuántica. Estas colaboraciones reflejan la confianza tanto del sector privado como de iniciativas de defensa nacional, fundamentales en una industria aún en sus primeras etapas de comercialización.
A pesar de estos avances, las métricas financieras de Rigetti reflejan el alto riesgo de invertir en tecnología cuántica. Aunque su capitalización de mercado alcanza los 5.500 millones de dólares, los ingresos del primer trimestre de 2025 cayeron más del 50% interanual, situándose en 1,5 millones de dólares. Los gastos operativos siguen siendo elevados, y la empresa aún no es rentable. La valoración de Rigetti depende más de su potencial futuro que de sus resultados actuales, cotizando con una alta relación precio/ventas. Esto genera una gran presión para cumplir hitos tecnológicos ambiciosos y escalar rápidamente los ingresos, transformando promesas especulativas en éxito comercial tangible.
El panorama cuántico está marcado por una feroz competencia y profundas implicaciones geopolíticas. Gigantes como IBM y Google, también centrados en cúbits superconductores, compiten directamente con Rigetti. Las estimaciones sobre el tamaño del mercado varían ampliamente, lo que refleja la incertidumbre sobre su adopción masiva. Desde una perspectiva geoestratégica, la computación cuántica representa tanto una amenaza a la seguridad nacional actual como una oportunidad para el avance militar, impulsando una carrera global por la criptografía poscuántica. La extensa cartera de patentes de Rigetti, con 37 patentes cuánticas, refuerza su diferenciación intelectual. Sin embargo, factores macroeconómicos, como el aumento de las tasas de interés, podrían complicar la financiación de capital de riesgo para estas apuestas tecnológicas, añadiendo mayor complejidad al camino de Rigetti.