¿SiC Rescata a un Gigante de Chips en Bancarrota?El dramático aumento del 60% en las acciones de Wolfspeed tras la aprobación judicial de su plan de reestructuración del Capítulo 11 señala un punto de inflexión potencial para la empresa de semiconductores en apuros. La resolución de la bancarrota elimina el 70% de la carga de deuda de 6.500 millones de dólares de Wolfspeed y reduce las obligaciones de intereses en un 60%, liberando miles de millones en flujo de caja para operaciones y nuevas instalaciones de fabricación. Con el apoyo del 97% de los acreedores al plan, los inversores parecen confiados en que la carga financiera ha sido despejada, posicionando a la compañía para una salida más limpia de la bancarrota.
Las perspectivas de recuperación de la empresa se ven reforzadas por su posición de liderazgo en la tecnología de carburo de silicio (SiC), un componente crítico para vehículos eléctricos y sistemas de energía renovable. La capacidad única de Wolfspeed para producir obleas de SiC de 200 mm a escala, combinada con su cadena de suministro verticalmente integrada y una cartera de patentes sustancial, proporciona ventajas competitivas en un mercado de rápido crecimiento. Las ventas globales de vehículos eléctricos superaron los 17 millones de unidades en 2024, con proyecciones de un crecimiento anual del 20-30%, mientras que cada nuevo vehículo eléctrico requiere más chips de SiC para una mayor eficiencia y capacidades de carga más rápidas.
Los factores geopolíticos fortalecen aún más la posición estratégica de Wolfspeed, con la Ley CHIPS de EE. UU. que proporciona hasta 750 millones de dólares en fondos para la capacidad de fabricación nacional de SiC. A medida que el gobierno de EE. UU. clasifica el carburo de silicio como crítico para la seguridad nacional y la energía limpia, la cadena de suministro completamente doméstica de Wolfspeed se vuelve cada vez más valiosa en medio de crecientes controles de exportación y preocupaciones de ciberseguridad. Sin embargo, la empresa se enfrenta a una competencia cada vez más intensa de rivales chinos bien financiados, incluida una nueva instalación en Wuhan capaz de producir 360.000 obleas de SiC al año.
A pesar de estos vientos a favor, persisten riesgos significativos que podrían descarrilar la recuperación. Los accionistas actuales se enfrentan a una dilución severa, reteniendo solo entre el 3-5% del capital reestructurado, mientras que los desafíos de ejecución en torno al aumento de la nueva tecnología de fabricación de 200 mm persisten. La compañía continúa operando con pérdidas con un alto valor de empresa en relación con su desempeño financiero actual, y la expansión de la capacidad global de SiC por parte de los competidores amenaza con presionar los precios y la cuota de mercado. El cambio de rumbo de Wolfspeed representa una apuesta de alto riesgo sobre si el liderazgo tecnológico y el apoyo estratégico del gobierno pueden superar los desafíos de la reestructuración financiera en un mercado competitivo.