Nos encontramos en la antesala de cruciales decisiones de política monetaria tanto de la Reserva Federal de Estados Unidos como del Banco de México. De cara a estos eventos de política monetaria de sumar relevancia, el peso mexicano se encuentra como uno de los instrumentos en el foco de atención. Durante la jornada del parteaguas de la semana, la moneda mexicana ha demostrado una notable estabilidad frente al dólar estadounidense y, de hecho, cotizando con una ligera apreciación del 0.3%. Este comportamiento refleja la cautela de los inversores que, si bien anticipan movimientos en las tasas de interés, prefieren mantenerse al margen de grandes apuestas hasta conocer el rumbo definitivo que tomarán las autoridades monetarias.
El mercado ya ha internalizado en gran medida un recorte de 25 puntos básicos por parte de la Fed. La verdadera clave estará en las proyecciones económicas para 2025 que se presenten. Estas nos darán una idea más clara de la senda que seguirán las tasas de interés en el mediano plazo, y eso es lo que realmente moverá al mercado.
En este sentido, un tono "hawkish" o menos acomodaticio por parte de la Fed podría fortalecer al dólar y ejercer presión bajista sobre el peso. Por otro lado, un tono más "dovish" podría ser interpretado como una señal de que la Fed continuará de manera sustancial su proceso de normalización, lo cual daría un respiro a las monedas emergentes, incluyendo al peso mexicano.
No podemos ignorar el impacto que la política monetaria de la Fed tiene sobre nuestra moneda. Un cambio en las expectativas sobre el futuro de las tasas en EE. UU. repercute directamente en los flujos de capital hacia y desde México.
A nivel interno, la economía mexicana ha mostrado signos positivos que, por el momento, brindan soporte al peso. La demanda agregada del tercer trimestre sorprendió al alza con un crecimiento del 1.2%, muy por encima del 0.4% que se esperaba. Además, el gasto privado se incrementó en un 1.1%, superando las expectativas del 0.6%. Estos datos reflejan una economía que, pese a los desafíos globales, aún mantiene un relativo dinamismo interno.
Sin embargo, las perspectivas para el peso no están exentas de riesgos. Se anticipa que Banxico recorte la tasa de interés en 25 puntos básicos mañana. Esta decisión, si bien está justificada por las menores presiones inflacionarias y la necesidad de estimular el crecimiento económico, podría generar un entorno de presión sobre el peso.
Un recorte de tasas por parte de Banxico es prácticamente un hecho. La cuestión es cómo reaccionará el mercado, ya que una menor tasa de interés hace que los activos denominados en pesos sean menos atractivos para los inversores extranjeros.
A más largo plazo, la incertidumbre política en Estados Unidos añade un elemento adicional de volatilidad. Las posibles políticas proteccionistas que podrían implementarse en caso de un cambio de administración en EE. UU. representan una amenaza para el peso mexicano. Un escenario en el que se impongan barreras comerciales a México tendría un impacto negativo directo en nuestra economía. Esto, sin duda, es un factor que está en el radar de los inversores.
En resumen, el peso mexicano se encuentra en una encrucijada, con factores tanto internos como externos que podrían influir significativamente en su trayectoria. Las decisiones de la Fed y Banxico serán determinantes, pero también lo será la evolución del panorama político en Estados Unidos.
Fundamental AnalysisSupport and Resistance

Global risk Warning CFDs are complex instruments and come with a high risk of losing money rapidly due to leverage. Between 74-89% of retail investor accounts lose money when trading in CFDs. You should consider whether you understand how CFD
También en:

Exención de responsabilidad