USDCOP

Peso Colombiano Bajo Presión

En un contexto económico global marcado por la anticipación de las decisiones de la Reserva Federal (Fed) y la evaluación constante de los datos macroeconómicos locales, el peso colombiano se encuentra bajo presión frente al dólar estadounidense.
La inminente decisión de la Fed sobre las tasas de interés, con una expectativa generalizada de un aumento de 25 puntos básicos, centra la atención de los mercados. Sin embargo, la clave reside en las proyecciones de tasas para 2025 que divulgue el presidente Jerome Powell. Un mensaje moderado (dovish) podría ofrecer un respiro temporal al peso colombiano, atenuando la presión cambiaria. Por el contrario, un tono agresivo (hawkish) por parte de la Fed fortalecería aún más al dólar, intensificando la presión sobre la moneda local y generando potenciales efectos adversos en la economía colombiana. La retórica de la Fed será determinante para el comportamiento del peso en el corto plazo.
El reciente informe del DANE revela un panorama comercial complejo. El déficit comercial de Colombia se amplió a USD 1,419 millones en octubre de 2024, un incremento notable frente a los USD 1,224 millones registrados en el mismo mes del año anterior. Este aumento se debe, en gran medida, a un crecimiento del 6.6% en las importaciones, alcanzando los USD 5,731 millones. Si bien el dinamismo de la demanda interna, reflejado en el aumento de las importaciones de alimentos y bebidas, podría interpretarse como un signo de vitalidad económica, esto también plantea presiones en su sostenibilidad si las exportaciones no logran presentar un mejor crecimiento.
El análisis de las cifras revela una preocupante dependencia de las importaciones, especialmente de países clave como Estados Unidos y China. Esta dependencia incrementa la vulnerabilidad de Colombia ante un dólar fortalecido. En octubre, las exportaciones colombianas crecieron un modesto 3.8% interanual, llegando a USD 4,311 millones, un crecimiento insuficiente para compensar el mayor aumento de las importaciones. Si bien es positivo el incremento del 34.8% en los envíos agrícolas, impulsados por el café, las flores y las frutas, y el crecimiento del 7.8% en los bienes manufacturados, aún se requiere un esfuerzo mayor para expandir la canasta exportadora y mitigar los desbalances con la dependencia de las importaciones.
En el horizonte se vislumbra una considerable incertidumbre en cuanto a las futuras decisiones de política monetaria tanto de la Fed como del Banco Central de Colombia. Aunque la inflación muestra signos de desaceleración y el crecimiento económico se mantiene relativamente resiliente, la expectativa de un recorte de 50 puntos básicos por parte del Banco Central colombiano podría ejercer una presión adicional sobre el peso, especialmente en un contexto de fortalecimiento continuo del dólar. La temática entre las políticas monetarias local e internacional será crucial para evaluar los riesgos cambiarios.
En resumen, el peso colombiano enfrenta un período de volatilidad e incertidumbre. La evolución de la política monetaria de la Fed, el comportamiento del dólar a nivel global y la necesidad de fortalecer el sector exportador colombiano son factores determinantes para el futuro de la moneda local y la estabilidad económica del país.

Exención de responsabilidad