Esta semana analizados el tipo de mercado bajista en el que nos encontramos, la posible trayectoria del mismo en los próximos meses y algunos datos para tener esperanza en la bajada de la inflación… ¡Empezamos!
Pocos dudan ya de lo que hace meses que los estudios de Amplitud de Mercado nos venían avisando desde hace semanas. El peligro de entrar en un mercado bajista se ha materializado y, aunque no podemos saber con certeza cuanto durará, la realidad es que ya estamos inmersos de lleno en el.
En función del tipo de recuperación que experimenten, porque no duden que tarde o temprano lo harán, podemos resumir los mercados bajistas en dos tipos principales.
Por una parte, un mercado bajista que se recupera en forma de V como los vividos a finales de 2018 y en 2020. Aunque este tipo de mercados bajistas suelen regalar grandes oportunidades de compra, son extremadamente difíciles de aprovechar desde sus mínimos.
Un mercado bajista de recuperación lenta En el otro lado tenemos los mercados bajistas con recuperación algo más lenta. Este tipo son los que más veces se han producido a lo largo de la historia.
La parte más negativa es que suelen hacer mucho daño a las carteras de los inversores más inexpertos. Ejemplos de este tipo de mercados bajistas en función de su recuperación son el estallido de la burbuja tecnológica sobre el año 2000 y la gran crisis financiera del 2008.
En este tipo de mercados bajistas solemos presenciar grandes rebotes que, aunque en teoría pueden ser fáciles de aprovechar, en la práctica no es así. En este caso lo que recomendamos es reducir algo más de lo habitual el riesgo y utilizar vehículos de inversión de riesgo algo más reducido como podrían ser los ETF sectoriales o sobre índices.
Parece obvio pensar que ahora estamos inmersos en un mercado bajista de recuperación mucho más lenta de lo que vimos en 2018 y 2020, por lo que tendremos que armarnos de paciencia.
Sin grandes novedades en la Hoja de Ruta: Todo sigue según lo previsto Comentábamos en la última semana, y en algunas de las anteriores, el alto paralelismo que sigue manteniendo, en ocasiones de forma casi asombrosa, el comportamiento del SP500 en 2022 respecto a 2008.
Adjuntamos a continuación una actualización del SP500 en 2022 (línea roja) respecto al SP500 en 2008 (línea morada). Tal y como veníamos comentando, debería entrar en un cierto proceso de rebote de aproximadamente un 8%.
(El gráfico al que se hace referencia lo puedes ver en nuestra web en la sección de análisis)
¿Cómo ha ido la temporada de resultados? La temporada de resultados está prácticamente finalizada. Los beneficios del SP500 han bajado un 14% respecto al cuarto trimestre del 2021. Además, han subido menos del 1% en términos interanuales.
Ahora la preocupación está enfocada en que esta preocupante tendencia siga su curso. En una muy alta probabilidad los márgenes de beneficio se verán presionados a medida que las empresas tengan más dificultades para trasladar los mayores costes a los consumidores.
En este sentido, tras alcanzar un máximo histórico en el segundo trimestre de 2021 (+13,5%), los márgenes de beneficio del S&P 500 han bajado al -12%. Esta situación nos ha llevado a que sólo dos sectores ganen en 2022: el de energía y el de servicios públicos.
¿Hay algo positivo? En parte, si. Es probable que la inflación esté empezando a tocar techo o que esté cerca de tocarlo.
Nos basamos en varios datos. Entre ellos podemos comentar que el precio de los costes de productos electrónicos se encuentra a la mitad de su máximo de julio de 2018 y ha caído un -14% desde mediados del 2021.
Además, el precio de los contenedores de transporte de artículos de lujo en Singapur ha caído un -26% desde su máximo histórico de septiembre de 2021.
Por otra parte, los precios de los fertilizantes en EE.UU están un -24% por debajo de su máximo histórico del mes de marzo. Estos datos son buenas referencias para ser optimistas con la inflación y poder esperar que si no ha marcado ya máximos, le podría quedar poco.
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