Las delegaciones de China y Estados Unidos se han reunido en Shanghái para la quinta sesión del grupo conjunto de trabajo financiero, abordando temas clave como la política monetaria y la resiliencia de las instituciones financieras. Paralelamente, las acciones asiáticas han subido y el dólar se ha debilitado, impulsados por la esperanza de que la economía estadounidense evite una recesión y las expectativas de recortes en las tasas de interés.
El oro ha aprovechado la debilidad del dólar y las expectativas de ajustes monetarios, superando los $2,500 por onza y acercándose a un máximo histórico de $2,509.69. Desde julio, el oro ha perforado resistencias clave y actualmente intenta superar la zona de máximos. Con un RSI en 64,80% y el Punto de Control (POC) por debajo de la zona actual, el oro podría alcanzar los $2,600 si se dan las condiciones adecuadas. La estructura de negociación ha mostrado una triple campana en tres zonas siendo la más negociada la primera: $2,030, $2,167 y $2,330. Aunque es posible un retroceso hacia el rango lateral de $2,421 y $2,283 la tendencia alcista sigue predominando.
Por otro lado, el petróleo ha experimentado una caída, con el crudo Brent bajando a $79.57 por barril y el crudo estadounidense a $76.45, debido a preocupaciones sobre la demanda en China, que han seguido pesando en el mercado energético, a pesar del optimismo global.
Ion Jauregui – Analista ActivTrades
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