Luego de que la divisa occidental alcanzará un mínimo de casi 1.08 en relación con la moneda norteamericana, el precio logró un interesante movimiento al alza. Esto sucedió un día después de que el BCE (Banco Central Europeo) anunciará medidas en torno al shock de dinero en la economía europea y también una posible suba de tasas.

La entidad está predispuesta a acelerar la retirada de estímulos (podría terminar la compra neta de bonos en junio) y abre la puerta claramente a una subida de los tipos este año ante la persistencia de la inflación y unas expectativas de precios al alza. Por otro lado, el BCE ha dejado el tipo de interés principal de refinanciación en el 0%, la tasa de depósito (donde la banca guarda sus reservas) en el -0,5% y la facilidad marginal de crédito en el 0,25%.

El riesgo de estanflación (bajo crecimiento y alta inflación) es elevado, aún más después de la invasión de Rusia a Ucrania, y el BCE quiere estar listo para subir los tipos de interés si fuera necesario. Por ello, el BCE podría poner final al programa de compras de bonos (APP por sus siglas en inglés) en el tercer trimestre (una condición necesaria para comenzar a subir tipos), lo que abriría la puerta a una subida de tipos antes de la reunión de diciembre. Octubre sería el mes clave para la toma de esta decisión.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha destacado en rueda de prensa que la incertidumbre es máxima y por ello la flexibilidad debe ser extraordinaria: "La invasión rusa de Ucrania es un punto de inflexión para Europa. El Consejo de Gobierno expresa su pleno apoyo al pueblo de Ucrania". Más de dos millones de personas han huido del país desde la invasión de Rusia el mes pasado y su número podría aumentar a más de cinco millones en unas semanas.

Es evidente que el conflicto bélico desatado entre Rusia y Ucrania tendrá un impacto a la baja sobre el crecimiento y al alza sobre la inflación, con especial presión para los precios de algunas materias primas y los alimentos, que se enfrentan también al encarecimiento de los fertilizantes y a diversos problemas climáticos. Este conflicto genera un doble efecto sobre la economía que pone al banco central en una situación más compleja todavía: por un lado tiene el potencial de incrementar la inflación, pero por otro supondrá también un lastre para la economía, lo que acerca a la Eurozona a la temida estanflación, también conocida como la peor pesadilla de un banco central. Los analistas de Goldman Sachs declararon el jueves que creen que la producción económica de la eurozona se contraerá realmente en el segundo trimestre, citando la proximidad de la región a la guerra de Ucrania.

El equipo de economistas del BCE también ha reducido la previsión de crecimiento a la par que han 'disparado' la de inflación para este 2022 en sus proyecciones económicas. Pese a esta rebaja del crecimiento, el banco central ha puesto el foco en la inflación, su único mandato sobre el papel, lo que ha llevado a la institución a lanzar un mensaje hawkish (menos estímulos y subidas de tipos a la vista). Cuidar el valor de su moneda es el principal objetivo de la entidad europea, en caso de lograrlo, se podría dar un repunte al alza del euro.

Analizando el gráfico diario del par EUR/USD el sesgo permanece bajista. Es necesario aguardar fundamentales que puedan acompañar la subida de la moneda occidental. Por lo pronto, es seguro que la moneda va a presentar escenarios de rango o lateralización hasta definir una dirección.

Un posible cambio de tendencia se podría observar si el precio rompe la resistencia alrededor del valor de 1.1400. Una zona importante antes de dicha resistencia se observa en el rango 1.1120 – 1.1200. Por otro lado, el siguiente nivel de soporte lo podría ofrecer la zona de 1.0900 y el mínimo de 22 meses registrado en 1.0805.
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