Una cuña se forma en mucho menor tiempo que en el caso de un triangulo simétrico, aunque debido a esa velocidad de formación es más dificil que se alcancen los objetivos en base al cateto restante.
El triángulo rompe por la parte superior (el cateto horizontal) calculando como objetivo la longitud total del otro cateto que debe proyectarse al alza desde el punto de corte.
El volumen se mueve en dirección al precio. Así, cuando el precio se ve en alza, el incremento del volumen confirma la tendencia. La disminución del volumen avisa el final de esta tendencia. Cuando el precio está a la baja, el incremento de volumen confirma las bajadas, y la disminución avisa el fin de la tendencia bajista.
Esta se manifiesta al final de una tendencia e implica un cambio de ella, bien sea alcista para pasar a bajista, o bien sea bajista para pasar a alcista.