Peso Mexicano Bajo Presión de Cara al FOMC & BanxicoEl peso mexicano se encuentra actualmente bajo relativa presión, oscilando en un contexto de incertidumbre económica global y local. Los mercados financieros aguardan con atención la publicación de datos económicos clave de Estados Unidos, incluyendo el crecimiento del PIB del tercer trimestre y las cifras de inflación de preferencia de la FED (PCE), que podrían impactar la trayectoria del dólar y, por ende, en el peso.
La anticipación de un recorte de tasas de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión genera expectativas, aunque la persistente inflación introduce un elemento de incertidumbre sobre la dirección futura de su política monetaria. Un tono dovish (flexible) por parte de la Fed podría debilitar al dólar, ofreciendo un respiro al peso. Por el contrario, un enfoque hawkish (restrictivo), dándole mayor énfasis al control de la inflación, fortalecería posiblemente al dólar y ejercería presión a la baja sobre la moneda mexicana. Como bien se ha observado en otros mercados emergentes, la dependencia del sentimiento global sigue siendo un factor crucial para las monedas latinoamericanas.
En el frente interno, los datos recientes revelan nuevas señales desfavorables para la economía mexicana. La caída del 0.3% en las ventas minoristas mensuales en México, según datos del INEGI, sugiere debilidad en la demanda interna. Este dato, sumado a la contracción anual del 1.2% en las ventas minoristas en octubre de 2024, extendiendo una racha negativa de seis meses, refuerza la preocupación por la fragilidad del consumo mexicano. Sectores como los servicios automotrices (-4.2%), papelería (-3.4%) y productos de salud y cuidado personal (-5.8%) han experimentado las mayores caídas, mientras que las ventas de electrodomésticos y productos electrónicos (+3.2%) han ofrecido un leve contrapeso. Esta situación aumenta la probabilidad de que el Banco de México (Banxico) considere recortes en las tasas de interés, una medida que, si bien busca estimular la economía, podría añadir mayor presión sobre el peso si la FED opta por un perfil menos acomodaticio.
La próxima decisión de tasas de interés de Banxico añade un nivel adicional de complejidad. Los responsables de la política monetaria se enfrentan al delicado equilibrio entre apoyar el crecimiento económico y controlar la inflación. Se anticipa un aumento en la volatilidad del mercado de divisas en los próximos días, lo que podría traducirse en movimientos más pronunciados del peso. Los inversores deberán estar atentos a las señales que emitan tanto la Fed como Banxico, ya que estas decisiones marcarán el rumbo del peso mexicano en el corto y mediano plazo.