Dogecoin, una simple herramientaDesde su creación, dogecoin ha sido considerada por muchos una moneda sin valor intrínseco, fruto de una broma de Internet que jamás tuvo como objetivo el ofrecer la funcionalidad típica del dinero. Y bajo mi punto de vista, esto ultimo es cierto, ya que si interpretamos el dinero como una unidad de medición del trabajo y riqueza de las naciones, entonces esta moneda no puede ser dinero porque no mide ninguna de esas cosas.
Pero, ¿le hace esto una moneda sin valor?
Con Gamestop, a través de un teatro orquestado con héroes y villanos, se llevo a cabo un fraude cometido en parte por algunos fondos como BlackStone a través de bots y la plétora de nuevas tecnologías, aunque de eso ya hable en otra entrada de tradingview .
En el caso de dogecoin, pasa exactamente lo mismo. Yo creo que no es más que una herramienta.
Basándonos en el conocimiento sobre la psicología humana que podemos extraer si analizamos un poco la historia , es bastante probable que esta moneda sea en realidad una plataforma creada por un grupo de inversores a modo de cortijo financiero particular en el que hacer y deshacer el precio a su antojo a golpe de tuits pagados un tiempo antes de la colocación de grandes ordenes en el mercado, y elon musk es la figura carismática designada para ello.
Al fin y al cabo , ya fue advertido por la SEC por utilizar twitter para modificar el precio de las acciones de tesla , pero aun no existe una regulación al respecto en criptomonedas, y mientras no se reconozca el hecho de que los influencers, considerando influencer como todo aquel que posee influencia, deben estar limitados y tener responsabilidad sobre la influencia que cometen en caso de que sean a su vez dueños de empresas o entidades financieras, la manipulación del precio seguirá rampante.
Dogecoin se convierte por tanto en una suerte de lago particular en le que de vez en cuando algunas elites tiran twits en forma de migas de pan para, a continuación, usar la caña y simplemente recoger sus beneficios.
los representantes carismáticos de las grandes mentiras deben actualizarse alineándose con lo que se valora en una sociedad en ese momento concreto. Ya no son hombres con toga, generales militares o respetados caballeros de traje y corbata, sino ingenieros en camiseta repletos de memes que caen bien a todo el mundo y mantienen inadvertidamente en esa hipnosis carismática a las personas mientras atan y desatan como les apetece.