Valoración
Una de las habilidades más importantes para un inversor o un trader a largo plazo en el mercado de valores es ser capaz de estimar el valor razonable de un título. Este es el principal objetivo del análisis fundamental, que utiliza los resultados y la situación financiera de la empresa como base para la valoración. Hay varias formas de realizar el análisis fundamental, como el flujo de caja descontado, el modelo de descuento de dividendos, el modelo de renta residual, etc. Sin embargo, independientemente del método utilizado, algunos de los indicadores y fuentes de datos clave para la valoración son la capitalización bursátil, los ingresos y los beneficios netos.
Los fundamentales de una empresa son la información financiera que refleja su rendimiento y rentabilidad. Los fundamentales más básicos son la capitalización bursátil, los ingresos y los beneficios netos. La capitalización bursátil es el valor total de todas las acciones de una empresa en el mercado. Los ingresos son la cantidad de dinero que una empresa gana con sus ventas. Los ingresos netos son la cantidad de dinero que una empresa conserva después de pagar todos sus gastos e impuestos.
La capitalización bursátil, los ingresos y los beneficios netos se utilizan para calcular otros ratios y parámetros que proporcionan más información sobre la valoración de una empresa. Por ejemplo, la relación precio/ventas (P/V) es la capitalización bursátil dividida por los ingresos. Muestra cuánto pagan los inversores por cada dólar de ventas. La relación precio/beneficios (P/B) es la capitalización bursátil dividida por los ingresos netos. Muestra cuánto pagan los inversores por cada dólar de beneficios.
Una de las formas de evaluar una acción es compararla con otras empresas similares del mismo sector. Es lo que se denomina análisis de empresas comparables o ACB. El ACB utiliza diversos ratios y parámetros para medir el rendimiento de una empresa en relación con sus homólogas y con el mercado. El objetivo principal del ACB es estimar el valor razonable de una acción basándose en sus fundamentos.
Los ratios P/S y P/E se utilizan habitualmente en el ACB porque pueden compararse fácilmente entre distintas empresas y sectores. También pueden indicar si una acción está sobrevalorada o infravalorada con respecto a sus homólogas y al mercado. Una relación P/S o P/E elevada significa que los inversores están pagando una prima por la acción, lo que podría implicar unas expectativas de crecimiento elevadas o un riesgo bajo. Una relación P/S o P/E baja significa que los inversores están pagando un descuento por la acción, lo que podría implicar bajas expectativas de crecimiento o alto riesgo.
Sin embargo, los ratios P/S y P/E no son indicadores perfectos del valor. Pueden variar en función del sector, el ciclo económico, los métodos contables y otros factores. Por lo tanto, deben utilizarse con precaución y junto con otros métodos y herramientas de valoración.