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Plan de protección de Galápagos apunta a nuevo tipo de financiación por 1.000 millones de dólares

Oceans Finance Company (OFC), un grupo de financiación climática que ayuda a proteger las Islas Galápagos de Ecuador, planea obtener 1.000 millones de dólares mediante un nuevo tipo de estructura de deuda para ayudar a financiar proyectos medioambientales, dijo a Reuters su presidente ejecutivo.

Su plan consiste en ir comprando eurobonos ecuatorianos con dinero obtenido de prestamistas multilaterales, filántropos e inversores institucionales y pagar a cada uno una parte acordada del cupón anual.

El resto se usaría para ayudar a financiar proyectos como la eliminación de plásticos del océano y la restauración de manglares. OFC empezó a recaudar fondos este mes y espera generar 2.000 millones de dólares más para actividades de impacto una vez que esté plenamente desarrollado.

Para atraer a los inversores más reacios al riesgo, OFC dijo que estaba hablando con aseguradoras del mercado Lloyd's of London para adquirir una cobertura que garantice de forma efectiva la rentabilidad. Los bonos se mantendrían en una sociedad instrumental dedicada a la iniciativa.

"Nos permite movilizar toda la diferencia entre el costo del capital y la financiación que tenemos para el impacto", dijo Erik Wandrag.

"También nos permite acelerar no solo las transacciones, sino también el impacto que queremos conseguir", añadió, describiendo el plan como parte de un programa regional para la costa del Pacífico latinoamericano que también podría replicarse en África.

La necesidad es acuciante. Un estudio de la OCDE calculó en 2022 que había 30 millones de toneladas de residuos plásticos en los mares y océanos del mundo y otros 109 millones de toneladas acumuladas en sus ríos.

El principal accionista de OFC es Climate Fund Managers (CFM), de los Países Bajos, que ha creado fondos en asociación con entidades como el Fondo Holandés para el Clima y el Desarrollo (DFCD) y la Comisión Europea.

Si bien OFC está en contacto con el Gobierno ecuatoriano, Wandrag dice que no es necesaria una aprobación formal para seguir adelante. Y como no hay reestructuración de la deuda y los bonos pueden comprarse en el mercado abierto, el planteamiento podría reproducirse en casi cualquier lugar.

Cerca de 180 gobiernos se reunirán en Corea en noviembre para celebrar la quinta y última ronda de negociaciones de un tratado mundial para acabar con la contaminación por plásticos. El plan es que el acuerdo se firme formalmente a principios del año que viene en las Galápagos.

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