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Un agricultor senegalés pide ayuda a la cumbre africana sobre seguridad alimentaria

Con motivo de la reunión de tres días de los jefes de Estado africanos de esta semana en Dakar, capital de Senegal, cuyo objeto es buscar soluciones a la inseguridad alimentaria en el continente, Mor Kabe, agricultor de 33 años, tiene un mensaje para ellos.

"Asegúrense de que el apoyo llega a los pequeños agricultores."

Se calcula que los pequeños agricultores como Kabe son responsables del 80% de la producción alimentaria del África subsahariana. Alrededor de 33 millones de personas en el continente son pequeños agricultores, según el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Kabe afirmó que, a pesar del papel vital que desempeñan, siguen luchando por conseguir financiación y fertilizantes para cultivar.

El estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia, dos grandes productores agrícolas, interrumpió el suministro de fertilizantes al continente, y las medidas provisionales no han bastado para frenar unos precios elevados que los pequeños agricultores no pueden permitirse.

"El acceso a la financiación no es nada fácil", dijo Kabe a Reuters, mientras él y siete de sus vecinos se dirigían a una parcela verde de dos hectáreas para cosechar berenjenas, mientras una fría niebla matutina velaba su aldea a unos 50 kilómetros al norte de Dakar.

Los bancos sólo prestan a aquellos en los que más confían: "A veces el plazo de devolución no nos conviene. Y puedes esperar mucho tiempo antes de que se considere tu solicitud de préstamo".

Kabe instó a los líderes reunidos en Dakar a construir infraestructuras, como carreteras e instalaciones de almacenamiento, para que los agricultores puedan acceder más fácilmente a los mercados y conservar sus productos.

"Siempre estamos obligados a vender para que no perezcan. Si tuviéramos almacenamiento, podríamos conservar nuestros productos cuando el mercado está saturado", dijo, mientras cargaban 15 sacos de unos 60 kg cada uno llenos de berenjenas en un carro tirado por caballos para llevarlos al mercado.

Kabe es uno de los cientos de pequeños agricultores -en su mayoría mujeres y jóvenes- de la región senegalesa de Niayes, que produce la mayor parte de las frutas y hortalizas del país.

Pero la región, situada detrás de las dunas de arena que se extienden a lo largo de la costa atlántica desde Dakar hasta la ciudad de Saint Louis, a unos 200 kilómetros al norte, está sometida a presión a medida que las ciudades se expanden.

Kabe se dedica a la agricultura en tierras familiares desde que dejó la escuela a los 15 años, pero muchos pequeños agricultores cercanos a Dakar han perdido sus explotaciones a causa del desarrollo urbano, a medida que la ciudad se expande más allá de la península.

El presidente senegalés, Macky Sall, declaró en la cumbre que la delicada cuestión de la reforma agraria figura entre las prioridades de los Estados africanos, a fin de garantizar el acceso a la tierra de los pequeños propietarios.

Sall añadió que el apoyo a los pequeños agricultores, la mejora del acceso a los mercados y la construcción de unidades de almacenamiento y procesamiento son algunas de las medidas clave que los países pretenden poner en marcha, para impulsar la producción de alimentos y reducir la dependencia del continente de las importaciones.

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