Tras el subidón y el doble techo, Richmond viene lateral dentro de una cuña que continúa siendo respetada y estrechándose.
La formación lleva cinco meses desde junio y tiene los días contados con un volumen discreto, propio del papel, propenso a movimientos explosivos.
En cada contacto al soporte, el volumen fue menor, sugiriendo que nadie está dispuesto a largar...