Ahí va les suelto el dato:
La historia sobre que China va a comenzar la emisión de bonos soberanos denominados en dólares
estadounidenses en Arabia Saudita está generando una enorme cantidad de comentarios en China y
podría ser potencialmente muy importante.
Sospecho firmemente que es un mensaje que le estan mandando a la administración Trump.
Permítanme explicar lo que parece estar sucediendo.
A primera vista, no es una historia importante: China emitió 2.000 millones de dólares en bonos
soberanos denominados en dólares estadounidenses en Arabia Saudita, lo que significa que los
inversores prestaron dólares estadounidenses al gobierno chino los cuales el gobierno chino
prometió devolverlos. Eso es lo que una emisión de bonos es. Hasta ahora, relativamente aburrido.
El primer aspecto bastante interesante es que el pedido de los bonos fue suscritos en exceso de casi
20 veces (lo que significa una demanda de más de 40.000 millones de dólares por 2.000 millones de
dólares en bonos), es decir hubo una demanda mucho mayor que la habitual para los bonos
soberanos en dólares estadounidenses. Normalmente, las subastas de bonos del Tesoro de Estados
Unidos registran una tasa de sobresuscripción de entre 2 y 3 veces, por lo que obviamente parece
que el mercado para la deuda China denominada en dólares parece ser muy atractivo.
El segundo aspecto interesante es que la tasa de interés de los bonos era notablemente cercano al de
los bonos del Tesoro de Estados Unidos (apenas entre 1 y 3 puntos básicos más alto, es decir, entre
el 0,01 y el 0,03%), lo que significa que China ahora puede pedir dinero prestado (¡en dólares
estadounidenses!) a una tasa de interés prácticamente igual a la que tiene el propio gobierno de
Estados Unidos. Esto no pasa con ningún otro país del mundo. Como referencia, los países con las
calificaciones crediticias más altas (AAA) suelen pagar al menos entre 10 y 20 puntos básicos más
que los bonos del Tesoro de Estados Unidos en los raros casos en que emiten bonos en dólares.
El tercer aspecto interesante es el lugar en el que se ha realizado esta venta de bonos: Arabia
Saudita. Esto es inusual, ya que los bonos soberanos suelen emitirse en los principales centros
financieros, no en Riad. La elección de Arabia Saudita y el hecho de que los sauditas hayan
aceptado esto es particularmente significativo dado su papel histórico en el sistema global del dólar,
el llamado sistema del "petrodólar", que no necesito explicar... Al emitir bonos en dólares en Arabia
Saudita, los cuales compiten directamente con los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y obtener
esencialmente la misma tasa de interés, China está demostrando que puede operar como un
administrador alternativo de liquidez en dólares justo en el corazón del sistema del petrodólar. Para
Arabia Saudita, que posee cientos de miles de millones de dólares en reservas, esto crea una nueva
opción para invertir sus dólares: pueden invertirlos en el gobierno chino en lugar de invertirlos en el
gobierno estadounidense.
Muy bien, todo esto es interesante, pero sigue sin ser la razón principal por la que las redes sociales
chinas están tan animadas. La razón es que postulan que se trata de una vuelta de prueba por parte
de China para demostrarle a los EE. UU. que China puede usar eficazmente en contra de ellos
mismoa la moneda propia de EE. UU., con consecuencias potencialmente dramáticas.
Cómo?
En primer lugar, piénsenlo bien: imaginen si China amplía la escala de emisión y, en lugar de emitir
bonos por valor de 2.000 millones de dólares, empieza a emitir decenas o cientos de miles de
millones.
Lo que esto significa para Estados Unidos es que China estaría compitiendo efectivamente con el
Tesoro estadounidense en el mercado global del dólar. En lugar de que países como Arabia Saudita
reciclen automáticamente sus dólares comprando más bonos del Tesoro estadounidense, podrían
ponerlos en bonos chinos en dólares que pagan la misma tasa.
Esto crearía un sistema paralelo del dólar en el que China, no Estados Unidos, controlaría parte del
flujo de dólares. Estados Unidos seguiría imprimiendo dólares, pero China controlaría cada vez más
a dónde van. Imaginen eso...
Otro aspecto crítico es que cada dólar que se invierte en bonos chinos en lugar de en bonos del
Tesoro estadounidense es un dólar menos que ayuda a financiar el gasto del gobierno
estadounidense. En un momento en que Estados Unidos tiene enormes déficits y necesita vender
constantemente bonos del Tesoro para financiarse, que China surja como un emisor de bonos en
dólares que compita con los bonos del Tesoro y pueda igualar las tasas podría plantear inmensos
problemas de financiación para el gobierno estadounidense. Podría acabar efectivamente con el
llamado “privilegio exorbitante” de Estados Unidos.
Pero espere, se preguntarán, ¿qué sentido tiene que China tenga tantos dólares? ¿No se transfieren
el problema a sí mismos: ellos también necesitan encontrar un lugar para invertir todos esos
dólares?
Tendrían razón, lo último que necesita China son más dólares estadounidenses: en 2023 tuvo un
superávit comercial en dólares estadounidenses de 823.200 millones de dólares, y para 2024, se
espera que sea de 940.000 millones de dólares. China ya está absolutamente inundada de dólares.
Pero ahí es donde entra en juego la belleza de la Belt and Road Initiative (BRI). De los 193 países
del mundo, 152 países forman parte de la BRI. Y una característica muy común que tienen muchos
de estos países es que deben deuda en dólares estadounidenses al gobierno de Estados Unidos o a
otros prestamistas occidentales.
Aquí es donde la estrategia de China podría volverse verdaderamente inteligente. China podría
utilizar sus dólares estadounidenses para ayudar a los países de la BRI a saldar sus deudas en
dólares con los acreedores occidentales. Pero he aquí la clave: a cambio de ayudar a esos países a
saldar sus deudas en dólares, China podría hacer arreglos para que se le pague en yuanes, en
recursos estratégicos o a través de otros acuerdos bilaterales.
Esto supondría una triple victoria para China: se desharía de sus dólares excedentes, ayudaría a sus
países socios a escapar de la dependencia del dólar y profundizaría la integración económica de
estos países con China en lugar de con los EE.UU.
Para los países de la BRI, esto es atractivo porque pueden escapar de la trampa de la deuda
denominada en dólares (y de la amenaza de sanciones financieras de los EE.UU.) y obtener
probablemente mejores condiciones con China, lo que favorecería su desarrollo.
En efecto, esto haría que China se colocara como intermediario en el corazón del sistema del dólar,
por donde los dólares eventualmente regresan a los EE.UU., sólo que a través de un camino que
genera influencia china en lugar de estadounidense y disminuye progresivamente la capacidad de