En nuestro análisis mensual del bono a 10 años de EE. UU. observamos que después del primer impulso de este movimiento el bono ha seguido su curso, superando el nivel 1.618 de Fibonacci y alcanzando un máximo de 4.335%.
Actualmente, la rentabilidad del bono se encuentra en un rango formado por el máximo mencionado y un pivote anterior en 3.252%. Los indicadores técnicos, como el RSI y el estocástico, nos muestran señales bajistas, lo que sugiere una posible caída en la rentabilidad. Además, el MACD comienza a respaldar esta tendencia con su histograma y un posible cruce de sus líneas.
Esta situación respalda la posibilidad de un cambio de dirección en la política de la Reserva Federal con respecto a los tipos de interés, habiendo alcanzado, si no lo hemos hecho ya, un máximo en esos tipos. Además, podría apuntar a una posible recesión en Estados Unidos en la segunda mitad del año en curso.
Si el bono rompe este rango hacia abajo, podríamos enfrentarnos a una caída en su rentabilidad. Los niveles de Fibonacci nos proporcionan objetivos potenciales en caso de que se produzca esta ruptura: el primer objetivo sería el nivel 1.272 de Fibonacci, mientras que el segundo objetivo estaría en el nivel 1 de Fibonacci, situado en 1.774%. Los índices de fuerza relativa indican una pérdida de fuerza en el movimiento alcista y un aún no confirmado movimiento bajista.
En resumen, las señales técnicas, los niveles de Fibonacci y las expectativas sobre las políticas de la Reserva Federal y la economía de EE. UU. sugieren una posible caída en la rentabilidad del bono a 10 años de EE. UU. en el corto plazo. Es importante estar atentos a la ruptura del rango y ajustar nuestras estrategias de inversión en consecuencia.
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