Dividendos

La renta fija se refiere al proceso de encontrar activos que normalmente pagan un dividendo con periodicidad trimestral o anual por asumir un riesgo específico. Ante todo, los inversores en renta fija buscan acciones que paguen dividendos constantes a cambio de asumir el riesgo de conservar o invertir en un activo concreto.

El entorno de la renta fija incluye a inversores institucionales, fondos de pensiones y otros inversores particulares que buscan dividendos constantes que puedan complementar sus necesidades. Normalmente, los inversores retirados y los más mayores prefieren la renta fija por su necesidad de percibir ingresos y por el bajo riesgo asumido cuando el activo ha sido adecuadamente analizado e investigado. A día de hoy, el sector de la renta fija se considera uno de los más grandes ámbitos en cuanto a gestión de inversiones, y continúa creciendo.

Para valorar la renta fija se ha de investigar la inversión y realizar un análisis de dividendos, así como de bonos de deuda pública, bonos corporativos, acciones preferentes y cualquier otro activo del que se obtenga rendimiento. A la hora de tomar decisiones, los inversores en renta fija requieren de paciencia, utilizan el flujo de efectivo y los principios básicos matemáticos de los bonos. Por regla general, son inversores a largo plazo y buscan cobrar dividendos durante un período de tiempo prolongado.