El dólar roza mínimos de ocho meses antes de las reuniones de los bancos centrales

El dólar se mantenía el jueves cerca de mínimos de ocho meses frente a las divisas principales, en un contexto en el que varios resultados empresariales deslucidos en EEUU han avivado el temor a una recesión y los operadores se mantienen en guardia antes de una serie de reuniones de los bancos centrales la próxima semana.

El índice del dólar estadounidense DXY, que mide la cotización del billete verde frente a una cesta de divisas, avanzaba un 0,1%, a 101,65, tras caer a 101,52 durante la sesión, poniendo a prueba el mínimo de ocho meses de 101,51 registrado la semana pasada.

El volumen era limitado, con Australia de vacaciones y algunas partes de Asia todavía sin reanudar la negociación por el Año Nuevo Lunar.

Los malos resultados de las empresas estadounidenses y una serie de supresiones de puestos en el sector tecnológico han acentuado el temor a una fuerte recesión económica en Estados Unidos, lo que ha llevado a los inversores a recortar las expectativas sobre el tiempo que necesitará la Reserva Federal para subir agresivamente los tipos de interés.

"Ahora hay indicios de que la economía estadounidense puede estar ralentizándose de forma más significativa", afirman los economistas de Wells Fargo.

"Dado que la Fed ya no lidera las subidas de los tipos de interés y que las tendencias económicas de EEUU van a empeorar, creemos ahora que el dólar ha entrado en un periodo de depreciación cíclica frente a la mayoría de las divisas".

El comité de política monetaria de la Reserva Federal iniciará una reunión de dos días la próxima semana, y los mercados anticipan una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos (pb), un paso atrás respecto a las subidas de 50 pb y 75 pb del banco central del año pasado. (FEDWATCH)

Antes, el jueves, el Departamento de Comercio publicará las estimaciones adelantadas del producto interior bruto estadounidense del cuarto trimestre.

Mientras tanto, los mercados esperan que los dirigentes monetarios del Banco de Inglaterra y del Banco Central Europeo (BCE), que también se reunirán la próxima semana, suban los tipos 50 puntos básicos. Lo más probable es que el BCE mantenga una postura agresiva.

La libra esterlina GBPUSD apenas variaba a 1,2400 dólares, mientras que el euro EURUSD cedía un 0,03% a 1,0911 dólares, aunque se mantenía cerca de su máximo de nueve meses de 1,0927 dólares alcanzado el lunes.

"El euro atrae mucha atención", afirmó Jarrod Kerr, economista jefe de Kiwibank. La zona euro "ha tenido un invierno favorable... La crisis energética que se esperaba aún no se ha producido".

Por otra parte, el dólar canadiense USDCAD cotizaba en el momento de elaboración de este artículo a 1,3399 por dólar estadounidense, después de que el Banco de Canadá subiera el miércoles su tipo de interés oficial al 4,5%, pero se convirtiera en el primer gran banco central que lucha contra la inflación mundial en decir que probablemente se abstendría de nuevas subidas por ahora.

El dólar australiano AUDUSD avanzaba un 0,2%, a 0,7117 dólares, debido a las mayores expectativas de que el Banco de la Reserva de Australia tenga más que hacer para subir los tipos de interés, después de que el miércoles unos datos mostraran de manera inesperada que la inflación australiana se había disparado a un máximo de 33 años en el último trimestre. (0#RBAWATCH)

El "kiwi" (divisa neozelandesa) NZDUSD avanzaba un 0,1% a 0,6486 dólares, tras haber caído un 0,43% en la sesión anterior, ya que la inflación anual del cuarto trimestre de Nueva Zelanda se situó por debajo de las previsiones de su banco central.

En Asia, el yen japonés USDJPY avanzaba un 0,2%, a 129,32 por dólar.

Los responsables de la política monetaria del Banco de Japón (BOJ) debatieron las perspectivas de inflación en su reunión de enero, y algunos advirtieron de que los salarios podrían tardar en aumentar de forma sostenible, según mostró el jueves un resumen de las opiniones de la reunión.

En esa reunión, el Banco de Japón mantuvo sin cambios los tipos de interés ultrabajos, pero reforzó una herramienta de política monetaria para evitar que el rendimiento de los bonos a 10 años superara su nuevo tope del 0,5%. Su decisión ha frustrado las expectativas del mercado sobre nuevos ajustes de su política monetaria.