Al contrario que las acciones que suben de forma constante, con frecuencia las acciones que han alcanzado sus mínimos históricos se caracterizan por un descenso constante en su precio, a menudo con pocos retrocesos (pullbacks). En la mayoría de los casos, esto se debe a la disminución de todo un sector o industria. Por ejemplo, las acciones que siguen cayendo de manera constante pueden representar a las compañías de petróleo y gas cuando hay un exceso de oferta de petróleo.