Las ondas de Wolfe son producto de las fuerzas de la oferta y la demanda que existen en todos los mercados y marcos de tiempo. Descubiertas originalmente por Brian y Bill Wolfe. Forman patrones compuestos por 5 ondas, donde las que las primeras 4 definen una cuña y la última se amplía más allá de esta cuña. Esta última onda es la que se suele negociar. Usando los principios de la onda de Wolfe, podemos calcular su longitud dibujando una línea entre el punto 1 y el punto 4 en la cuña y ampliándola en la dirección de la ruptura de la onda 5. Funciona como la línea del objetivo del beneficio. La técnica de análisis onda de Wolfe puede prever un precio estimado a la llegada (EPA) y un tiempo estimado de llegada (ETA).
La onda que precede a la quinta, podría superar la línea de tendencia ampliada de las ondas 1 a 3, antes de hacer un gran movimiento en la dirección opuesta. Este es el punto de entrada ideal para una negociación enfocada a la línea del objetivo de beneficios. Hay normas concretas que definen este patrón de negociación que se produce de forma natural. Al igual que ocurre con cualquier otro método de negociación, existen diversas variaciones. Las negociaciones que se basan en este sistema suelen tener stops ajustados en comparación con el objetivo de beneficios, consiguiendo una buena relación riesgo/rendimiento.
