Oro bajo presión: Rendimientos de bonos impactan al XAU/USD
El precio del oro se encamina a cerrar la semana bajo presión, marcando su segunda jornada consecutiva de caídas. El XAU/USD registra un retroceso cercano al 0.9%, situándose nuevamente por debajo de la marca clave de los $2,700 por onza. Esta dinámica refleja un entorno desafiante para el metal precioso, condicionado por los ajustes en los rendimientos de los bonos estadounidenses y las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal.
El bono del Tesoro a 10 años alcanzó rendimientos cercanos al 4.35%, tras iniciar la semana en torno al 4.15%. Este avance está impulsado en gran parte por la reevaluación de los mercados respecto a los posibles recortes de tasas de la FED para 2025, en un contexto de datos inflacionarios complejos. Por un lado, la inflación general de EE. UU. cumplió con las expectativas de avance, pero la inflación a los productores sorprendió al avanzar a su ritmo más rápido en cuatro meses. Estos desarrollos refuerzan las dudas sobre la magnitud de los recortes proyectados y ejercen presión sobre el oro, que como activo refugio carece de rendimiento comparativo frente a instrumentos como los bonos.
De cara a la próxima semana, la atención de los inversores se centrará en la reunión de la Reserva Federal. Aunque el consenso del mercado anticipa un recorte de 25 puntos básicos, las proyecciones económicas y el “mapa de puntos” serán el centro de atención y podrían ofrecer mayor claridad sobre el rumbo de la política monetaria para 2025. En este contexto, los movimientos del oro seguirán estrechamente ligados a las expectativas sobre la política monetaria y el impacto en los rendimientos de los bonos.
En definitiva, el oro enfrenta un panorama complejo en el mediano plazo. La habilidad por parte de la FED para manejar la inflación será crucial para determinar el desempeño futuro del metal dorado.
El bono del Tesoro a 10 años alcanzó rendimientos cercanos al 4.35%, tras iniciar la semana en torno al 4.15%. Este avance está impulsado en gran parte por la reevaluación de los mercados respecto a los posibles recortes de tasas de la FED para 2025, en un contexto de datos inflacionarios complejos. Por un lado, la inflación general de EE. UU. cumplió con las expectativas de avance, pero la inflación a los productores sorprendió al avanzar a su ritmo más rápido en cuatro meses. Estos desarrollos refuerzan las dudas sobre la magnitud de los recortes proyectados y ejercen presión sobre el oro, que como activo refugio carece de rendimiento comparativo frente a instrumentos como los bonos.
De cara a la próxima semana, la atención de los inversores se centrará en la reunión de la Reserva Federal. Aunque el consenso del mercado anticipa un recorte de 25 puntos básicos, las proyecciones económicas y el “mapa de puntos” serán el centro de atención y podrían ofrecer mayor claridad sobre el rumbo de la política monetaria para 2025. En este contexto, los movimientos del oro seguirán estrechamente ligados a las expectativas sobre la política monetaria y el impacto en los rendimientos de los bonos.
En definitiva, el oro enfrenta un panorama complejo en el mediano plazo. La habilidad por parte de la FED para manejar la inflación será crucial para determinar el desempeño futuro del metal dorado.
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