El índice argentino extiende sus caídas y ya se ha comido todo el avance de 2019 y 2018. El precio ha caído por debajo de el máximo de 2017 y se acerca peligrosamente a los niveles de inicio de ese año.
Por debajo de este nivel se ubica la línea de tendencia alcista que ha mantenido el índice desde mediados de 2013, que además coincide con el máximo de 2016.
Con las elecciones casi encima (octubre), la perspectiva no es muy favorable para el mercado de valores argentino, en vista de la posible victoria de la llave Fernández-Fernández. Si definitivamente el oficialismo no logra recuperarse para las elecciones, podríamos ver nuevos descensos en los próximos meses.